viernes, 23 de marzo de 2012

Un primer movimiento...

¿Eres tú una nueva fuerza y un nuevo derecho? ¿Un primer movimiento?
¿Una rueda que se mueve por sí misma? ¿Puedes forzar incluso a las
estrellas a que giren a tu alrededor?

¡Ay, existe tanta ansia de elevarse! ¡Existen tantas convulsiones de los ambiciosos!
¡Muéstrame que tú no eres un ansioso ni un ambicioso!

Ay, existen tantos grandes pensamientos que no hacen más que lo que el fuelle:
inflan y producen un vacío aún mayor.

¿Libre te llamas a ti mismo? Quiero oír tu pensamiento dominante, y no que has
escapado de un yugo.
¿Eres tú alguien al que le sea lícito escapar de un yugo? Más de uno hay que arrojó
de sí su último valor al arrojar su servidumbre.

¿Libre de qué? ¡Qué importa eso a Zaratustra! Tus ojos deben anunciarme con
claridad: ¿libre para qué?
¿Puedes prescribirte a ti mismo tu bien y tu mal y suspender tu voluntad por
encima de ti como una ley? ¿Puedes ser juez para ti mismo y vengador de tu ley?
(Nietzsche en "Así habló Zaratustra")

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